Mientras Renault relanza el Alpine inspirado en el famoso ‘Berlinette’, esta historia nos devuelve al comienzo del mito. La historia de Alpine comienza con Jean Rédélé. A los 30 años, este joven era un extraordinario visionario y un talentoso piloto de carreras. Soñaba con traer a Francia un coche de carreras excepcional. En ese momento, era el comercial de automóviles Renault más joven de Dieppe y conocía de memoria uno de los pocos automóviles que vendía: el 4CV. Viaja con él 100.000 km al año. Su extraordinaria facilidad de conducción y su motor lo conviertían en un coche magnífico para conducir. Pero al volante de su 4CV, nunca superaba los 145 km/h, a pesar de un motor reajustado a más de 40 CV y una caja de cambios de 5 velocidades de desarrollo propio. La limitación de velocidad máxima provenía de una aerodinámica comprometida, y este es el comienzo de la aventura Alpine.